El consumo de frutas y verduras ricas en fibra favorece la
prevención del cáncer de próstata pero, si además éstas poseen licopeno, su
acción en este sentido es aún mayor.
Y os preguntareis que
es el licopeno? Es
un pigmento vegetal que pertenece a la familia de los carotenoides, rico en
propiedades antioxidantes, que es el encargado de dotar de color rojo a frutas
y hortalizas tales como la sandía, las fresas, las cerezas o los pimientos
rojos.
En este sentido, el Círculo de Braquiterapia Prostática ha
recomendado a los hombres consumir de
manera habitual tomates ya que es uno de los alimentos que más cantidad de
licopeno contiene.
En concreto, esta sustancia es soluble en grasas, por lo que si se consume con un poco de aceite de oliva, el organismo lo asimila mejor. De este modo, el gazpacho, el salmorejo, las ensaladas o el salpicón de marisco, en el que se combinan tomate y pimiento rojo, son idóneos para proteger la próstata de la aparición de un posible tumor.
Asimismo, el calor favorece también que el licopeno sea
absorbido por el cuerpo humano, por lo que una buena forma de consumirlo es
mediante cocinar con el tomate. Así, se dispone de una gran variedad de salsas
con las que aportar licopeno a las pastas, carnes y pescados.
Los beneficios del licopeno se basan en su capacidad de
proteger a las células del estrés oxidativo que provocan los radicales libres,
principales responsables de la aparición de tumores, enfermedades
cardiovasculares y del envejecimiento. Además, tiene la capacidad de producir
la regresión de ciertas lesiones cancerosas.
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