jueves, 26 de julio de 2012

El limón


El limón es el fruto del limonero, un árbol originario de India o China que se cultiva en Asia hace 3.000 años. A partir del siglo X se introdujo en los países mediterráneos sobre todo España y Portugal, y Cristóbal Colón llevó las semillas a América. La lima, fruto del limonero es del mismo origen y familia y su expansión fue similar a la del limón.

Su composición:

El limón contiene pocos carbohidratos (3g.) de glucosa y fructosa con trazas de sacarosa, apenas
proteínas (0,6g.) y trazas de grasas, buena fibra (2g.), rico en calcio (50mg.), un poco de potasio (150mg.) y de magnesio (12 mg), cloro, azufre, fósforo, selenio, yodo, boro, y otros en cantidades menores.

Aporta mucha vitamina C (55mg) y pequeñas cantidades de B1, B2 y B3 y naringósido,
hesperidósido… conocidos como vitamina P ácido fólico o B9. Apenas contiene betacarotenos (10mcg) y E, flavonoides (hesperidina), ácidos fenólicos, monoterpenos como el limoneno, acidos orgánicos sobre todo cítrico (5%), málico y acético.

El limón, por su riqueza en vitamina C, fue el antiescorbútico de los marineros que lo llevaban en sus viajes, antes de que se conocieran las vitaminas. Aporta sólo 30 calorías, el menos calórico de los agrios. Su riqueza en vitamina C es notable y con los fitoquímicos es capaz de protegernos de las enfermedades cardiovasculares, degenerativas y el cáncer, los científicos han encontrado que el fitoquímico llamado limoneno estimula las defensas que luchan contra cánceres de pulmón, colon e hígado.

Ayuda a eliminar los depósitos calcáreos del sistema renal, estimula la digestión, es diurético, antigotoso y antirreumático, los flavonoides y ácidos orgánicos (5 g. por 100, esencialmente acido cítrico, y un poco de málico, caféico y ferúlico) son antisépticos y está reconocido su efecto para frenar las diarreas. Aporta un ph inferior a 3. El limón no es acidificante porque libera el potasio, y los compuestos alcalinos y por ello, es alcalinizante. Por todo ello es un excelente fruta-salud.



A tener en cuenta:

Es conveniente saber que la vitamina C, mejora la absorción del hierro de los alimentos en la lucha contra la anemia ferropénica, y también que es un mito que el limón destruye los glóbulos rojos.

De la misma forma no es cierto que queme las grasas y tenga efectos adelgazantes. Por su acidez no conviene en personas con ulcera de estómago. El aceite esencial que tiene es muy aromático, y por ello se utiliza su corteza para aromatizar muchas bebidas.

Cuando vaya a extraer su zumo, es bueno tenerlo cinco minutos en agua caliente, porque la fruta rinde más. Cuando tome su zumo, aunque sea diluido en agua, conviene hacerlo con una pajita porque la gran acidez del jugo del limón puede dañar el esmalte de los dientes.



LIMONADA CASERA:
Nada mejor que una limonada casera para combatir el calor en estas fechas a parte del gran aporte de vitaminas.

Ingredientes:

4 limones
Corteza de limón bien limpia.
1 litro de agua
175 gr. de azúcar (añadir al gusto si se prefiere muy dulce)

Preparación:


En primer lugar se lavan bien los limones. Se parten por la mitad y se exprimen. Se vierten el zumo y la pulpa en una jarra, se añade el azúcar y la mitad del agua. Mezclar bien el azúcar, hasta que haya quedado completamente disuelta. Se añaden la corteza del limón y el resto del agua, se remueve bien, se tapa y se pone a enfriar.
Cuando se vaya a servir se añaden cubitos de hielo para conservarla fría más tiempo.



jueves, 19 de julio de 2012

Frutas de verano: características y recomendaciones

Llega el verano y con él el calor, la sed y la necesidad de comer cosas fresquitas y refrescantes. En esta definición entran perfectamente las frutas de verano, que por sus características son una muy buena opción alimenticia para los niños y niñas.
Por su cantidad de agua (rondan el 85-90%) quitan la sed, aportan sales minerales que ayudan a reponer las eliminadas por el sudor, contienen azúcares que proporcionan energía y vitaminas y factores de protección para los pequeños.
Las frutas de verano son además de nutritivas un reclamo para los niños, pues suelen tener un color más llamativo y un sabor algo más dulce que las de otra temporada.
Veamos cuáles son estas frutas, qué características tienen y cuándo pueden empezar a tomarlas nuestros hijos:
.Melón: Es una fruta rica en potasio (más que el plátano) por lo que es un buen remineralizador. Un 90% del melón es agua y aporta 33 Kcal por cada 100 gramos. Es rico en vitaminas A, B y C.
El melón se puede empezar a ofrecer a los niños a los seis meses, aunque por su sabor dulzón se podrían ofrecer otras frutas para no acostumbrarles de inicio al sabor dulce.
  • Sandía: Es una de las frutas más refrescantes ya que el 95% de la misma es agua. Por este motivo hay quien habla de ella como “la bebida sólida”.
    Aporta 16 Kcal por cada 100 gramos y a pesar de su sabor dulce el contenido de azúcares es bajo.
    Se le puede empezar a ofrecer a los niños a partir de los seis meses, pero por el mismo sabor dulce que el melón (aunque un poco menos) y por ser prácticamente agua, serían recomendables otras frutas a esas edades.

  • Melocotón: Se trata de una fruta con ligera acidez, que estimula las secreciones gástricas facilitando la digestión.
    Un 90,7% del melocotón es agua, por lo que también forma parte de las más refrescantes, y aporta 27 Kcal por cada 100 gramos.
    La fruta en sí puede ser ofrecida a los niños a partir de los seis meses, en cambio la piel es bastante alergénica. Como pelar la fruta sin tocar la piel es prácticamente imposible se recomienda no ofrecer el melocotón hasta los 12 meses.


  • Fresa: Es una importante fuente de vitamina C ya que contiene más que las naranjas. Contiene ácido elágico, que tiene actividad antibacteriana y antivírica.
    El 90,5% de las fresas es agua y aportan 27 Kcal por cada 100 gramos.
    La fresa forma parte de las llamadas “frutas rojas”, que liberan histamina. Esto quiere decir que puede producir reacciones alérgicas por lo que se pueden empezar a ofrecer a los 12 meses (y mejor si se hace incluso a los 18 meses).


  • Arándano: Contiene antocianinas, que son pigmentos que mejoran la sensibilidad de la retina y alivian trastornos circulatorios. Un 85% de los arándanos es agua y aportan 25 Kcal por cada 100 gramos.
    El zumo de arándanos, muy apetitoso, mantiene intactas las características de la fruta.
    El arándano es una fruta silvestre que, como la fresa, libera histamina. Por esta razón se puede empezar a ofrecer a los 12 meses (aunque mejor a los 18).


  • Albaricoque: Es una fruta abundante en provitamina A (beta-caroteno) que se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita.
    Tiene un contenido en agua del 86% y aporta 42 Kcal por cada 100 gramos.
    Al ser primo-hermano del melocotón, el albaricoque tiene el mismo problema con respecto a la piel. Por ello es mejor no dárselo a los bebés hasta que cumplan los 12 meses.


  • Frambuesa: Contiene mucha fibra y antocianinas (como los arándanos) y garantiza una buena cantidad de sales minerales. Tiene también ácido salicílico (como la aspirina) por lo que ayuda a combatir la fiebre. Un 84,6% de las frambuesas es agua y aportan 34 Kcal por cada 100 gramos.
    Es una fruta roja que a nivel alergénico tiene riesgos similares a los de las fresas. Se les puede empezar a ofrecer a los bebés a partir de los 12 meses (aunque es mejor esperar a los 18). Al contener ácido salicílico no están recomendadas para los alérgicos a las aspirinas.


  • Cereza: Es rica en vitaminas A, B y C. Contiene flavonoides, útiles para combatir los radicales libres.
    Su contenido en agua es del 86,2% y aporta 38 Kcal por cada 100 gramos.
    No es una de las frutas más alergénicas y es familiar de las ciruelas, que pueden comerse a los seis meses. Por esta razón no hay contraindicación en ofrecerlas a los bebés a partir de los seis meses (previamente deshuesadas y troceadas, claro).

  • Una vez repasadas las frutas de verano, sólo queda echar un poco de imaginación para prepararlas de manera curiosa y apetecible.
    En el caso de los bebés de a partir de seis meses, cortarlas en trocitos pequeños y permitirles que ellos mismos se los lleven a la boca cogiéndolos del plato permitirá combinar aprendizaje y nutrición. Deberemos tener en cuenta, en cualquier caso, que la cantidad de fruta para los niños menores de un año no debe ser muy elevada, pues el aporte calórico de la fruta es bajo en comparación con la leche y otros alimentos.

    Otra opción sana de tomar las frutas en verano es mediante cócteles sin alcohol. Os dejamos aquí unas ideas:


    CÓCTEL CENICIENTA
    Ingredientes:

    60 gr de zumo de naranjas exprimidas
    60 gr de zumo de piña
    30 gr de zumo de limón
    15 gr de azúcar
    60 gr de Agua carbonatada 

    Preparación:

    Colocar los ingredientes, menos el agua, en una coctelera o jarra grande con hielo, agitar, colar y servir en un vaso alto lleno de hielo, y añadir la soda. Se puede decorar con una rodaja de limón.


    COCTEL PRINCESA MALVADA 

    Ingredientes:

    30 gr de zumo de granadina
    60 gr de zumo de uva
    30 gr de zumo de manzana
    1 cucharada pequeña de vainilla
    1 cucharada pequeña de zumo de limón

     Preparación:

    Colocar los ingredientes en un vaso con hielo y decorar con una rodaja de limón.








    http://www.bebesymas.com/alimentacion-para-bebes-y-ninos/frutas-de-verano-caracteristicas-y-recomendaciones

    miércoles, 11 de julio de 2012

    ¡Mejora tu atractivo con el consumo de fruta y verdura!


    Comer sano mejora el atractivo. Si consumimos frutas y hortalizas como las que encontramos en recapte.com , nos proporciona para la piel un tono y luminosidad que ayuda favorablemente a conseguir una apariencia más saludable. Esta apariencia, dicen que mejora el atractivo según un estudio de la Universidad de St. Andrews en Escocia.
    En este estudio han formado parte el departamento de psicología y la escuela de medicina del centro. Según explican en sus investigaciones pretenden ver los efectos de consumir frutas y hortalizas en la tonalidad de la piel y determinar la magnitud y la duración de un cambio de este tipo dado por los cambios de hábitos alimentarios. El estudio constó de un grupo de 35 jóvenes y registraron su tono de piel y su luminosidad en el inicio del estudio, luego, al cabo de tres semanas volvieron a medir estos parámetros y  también a las seis semanas. Según los análisis que hicieron los jóvenes de una media de 20 años, consumieron de  3 a 4 raciones de fruta y verdura repartidas en tres comidas.
    La conclusión del estudio después de seis semanas, fue que el consumo de frutas y verduras estaba bastante relacionado con cambios de enrojecimiento de la piel o la adquisición de tonos amarillos en este período. Cambios dados por la absorción de carotenos y no de melanina. Luego les hicieron fotografías a todos los participantes y unos observadores externos avaluaron el atractivo de estas personas en las fotografías mezcladas con otras de personas que no participaron en el estudio, y concluyeron que la apariencia era más sana y más atractiva en los participantes del estudio.
    Es importante recordar que no se deben abandonar los buenos hábitos alimenticios, como la dieta mediterránea, que es rica en consumo de fruta y verduras.