Las zanahorias son la alegría de las
ensaladas, una verdura llena de color y de vida. Su componente estrella son los
carotenos que el hígado transforma en vitamina A. Entre los carotenos destaca
el beta caroteno que previenen la aparición de ciertos cánceres, actúan
especialmente contra el cáncer de pulmón y el de boca e impiden que las células
cancerosas pasen de un estado primitivo.
Además tiene un potente efecto antioxidante
que nos protege de los radicales libres que externamente son fruto de la
contaminación pero a los que internamente también estamos expuestos en nuestro
organismo.
Entre todas las propiedades medicinales de
los betacarotenos podemos mencionar sus propiedades anticancerosas,
antimutagénicas, antitumorales, inmunoestimulantes, anticoronarias,
antiulcéricos, antifotofóbicas y antidegenerativas.
Nos ayuda a mantenernos jóvenes, ayuda a
proteger nuestro corazón, nuestra visión y ayuda a proteger la piel, las encías
y los dientes. Además nos ayudan a mantener una buena salud intestinal,
disminuyen el colesterol, ayuda a prevenir la arterioesclerosis y ayudan a
mantener una buena salud de la piel.
Los componentes que forman la zanahoria
son: agua, grasas, hidratos de carbono, fibra, potasio, fósforo, sodio, calcio,
magnesio, vitamina A, C, B6, Niacina y ácido fólico. Por todos sus beneficios
ha sido siempre recomendada por los especialistas como elemento a incluir rutinariamente en nuestra dieta y
ahora que sabemos lo que nos aporta… ¡Aun la queremos más!
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