El limón es el fruto del limonero, un árbol originario de India o China que
se cultiva en Asia hace 3.000 años. A partir del siglo X se introdujo en los
países mediterráneos sobre todo España y Portugal, y Cristóbal Colón llevó las
semillas a América. La lima, fruto del limonero es del mismo origen y familia y
su expansión fue similar a la del limón.
Su composición:
El limón contiene pocos carbohidratos (3g.) de glucosa y fructosa con
trazas de sacarosa, apenas
proteínas (0,6g.) y trazas de grasas, buena fibra (2g.), rico en calcio
(50mg.), un poco de potasio (150mg.) y de magnesio (12 mg), cloro, azufre,
fósforo, selenio, yodo, boro, y otros en cantidades menores.
Aporta mucha vitamina C (55mg) y
pequeñas cantidades de B1, B2 y B3 y naringósido,
hesperidósido… conocidos como vitamina P ácido fólico o B9. Apenas contiene
betacarotenos (10mcg) y E, flavonoides (hesperidina), ácidos fenólicos,
monoterpenos como el limoneno, acidos orgánicos sobre todo cítrico (5%), málico
y acético.
El limón, por su riqueza en vitamina C, fue el antiescorbútico de los marineros que lo llevaban en sus viajes,
antes de que se conocieran las vitaminas. Aporta sólo 30 calorías, el menos
calórico de los agrios. Su riqueza en vitamina C es notable y con los
fitoquímicos es capaz de protegernos de las enfermedades cardiovasculares,
degenerativas y el cáncer, los científicos han encontrado que el fitoquímico
llamado limoneno estimula las defensas que luchan contra cánceres de pulmón,
colon e hígado.
Ayuda a eliminar los depósitos calcáreos del sistema renal, estimula la digestión, es diurético, antigotoso y antirreumático, los flavonoides y
ácidos orgánicos (5 g .
por 100, esencialmente acido cítrico, y un poco de málico, caféico y ferúlico)
son antisépticos y está reconocido su efecto para frenar las diarreas. Aporta
un ph inferior a 3. El limón no es acidificante porque libera el potasio, y los
compuestos alcalinos y por ello, es alcalinizante. Por todo ello es un excelente fruta-salud.
A tener en cuenta:
Es conveniente saber que la vitamina C,
mejora la absorción del hierro de los alimentos en la lucha contra la anemia
ferropénica, y también que es un
mito que el limón destruye los glóbulos rojos.
De la misma forma no es cierto que
queme las grasas y tenga efectos adelgazantes. Por su acidez no conviene en
personas con ulcera de estómago. El
aceite esencial que tiene es muy aromático, y por ello se utiliza su corteza
para aromatizar muchas bebidas.
Cuando vaya a extraer su zumo, es bueno
tenerlo cinco minutos en agua caliente, porque la fruta rinde más. Cuando tome
su zumo, aunque sea diluido en agua, conviene hacerlo con una pajita porque la
gran acidez del jugo del limón puede dañar
el esmalte de los dientes.
Nada mejor que una limonada casera para combatir el calor en estas fechas a parte del gran aporte de vitaminas.
4 limones
Corteza de limón bien limpia.
1 litro de agua
175 gr. de azúcar (añadir al gusto si se prefiere muy dulce)
Preparación:
En primer lugar se lavan bien los limones. Se parten por la mitad y se exprimen. Se vierten el zumo y la pulpa en una jarra, se añade el azúcar y la mitad del agua. Mezclar bien el azúcar, hasta que haya quedado completamente disuelta. Se añaden la corteza del limón y el resto del agua, se remueve bien, se tapa y se pone a enfriar.
Cuando se vaya a servir se añaden cubitos de hielo para conservarla fría más tiempo.