jueves, 23 de agosto de 2012

Tarta de cebolla con queso


Os presentamos la receta de una tarta salada, especial para las cenas de verano, un plato práctico y fácil de preparar.
Las ventajas de este tipo de tartas es que las podemos conservar varios días en la nevera, no son pesadas para el estomago.
Ingredientes:

300 gr de masa quebrada (ya preparada o hecha en casa)
1 cucharada de aceite de oliva virgen
15 gr de mantequilla sin sal
4 cebollas ecológicas medianas ( De recapte.com, por supuesto! )
1 cuchara
2 ramitas de tomillo
1 huevo
100 ml de nata líquida
4 rodajas de queso de rulo grande


Preparación:
Precalentamos el horno a 200º. Colocamos la masa en el molde (si la hemos comprado ya lista. Si no, la hacemos en casa, la estiramos y la colocamos en el molde).
Ponemos papel de horno por encima de la masa, lo cubrimos con legumbres (se aconseja utilizar garbanzos) y horneamos la masa 20 minutos.
Quitamos la masa del horno y dejamos el horno encendido (a 170º). Retiramos el papel , las legumbres y reservamos.
Por otro lado, ponemos la mantequilla y el aceite al fuego en una sartén. Añadimos la cebolla cortada en juliana fina. Pochamos a fuego bajo. Una vez transparente, añadimos el azúcar, la sal y el tomillo desmenuzado. Dejamos caramelizar la cebolla 5 minutos. Repartimos la cebolla en la masa precocinada.

jueves, 16 de agosto de 2012

Diez razones para comer verduras a diario



Frutas y hortalizas frescas son alimentos que constituyen una fuente notable de variedad de vitaminas (ácido fólico, C, pro-vitamina A….), minerales (potasio, magnesio), agua, fibra y antioxidantes. 

Su consumo es importante puesto que, si las incluyes en cantidades adecuadas en la dieta, estás contribuyendo a la salud de toda la familia, ya que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades como estreñimiento, hipertensión, exceso de colesterol, e incluso de ciertos tipos de cáncer. 

10 razones para comer verduras 

1. Nos ayudan a mantenernos bien hidratados. Por su alto contenido de agua facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados.
 
2. Frutas y verduras son fuente casi exclusiva de vitamina C. Por lo que se recomienda que las consumas a diario, procurando al menos que una de las frutas del día sea de las más ricas en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, frutas tropicales…) y que una de las raciones sea una ensalada.

3. Son fuente de antioxidantes. Hablamos de colorantes, aromas y otros compuestos naturales como las vitaminas C, E y el beta-caroteno o pro-vitamina A. Aunque están presentes en cantidades muy pequeñas, influyen decisivamente en la aceptación y apetencia por estos alimentos y se sabe con certeza que nos protegen frente a ciertas enfermedades, entre ellas las degenerativas, las cardiovasculares y el cáncer.

4. Ricas en fibra. La fibra ayuda a regular nuestra función intestinal, a corregir el estreñimiento y posee efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento de otros trastornos como hipercolesterolemia, diabetes, obesidad, etc. Si elaboras un puré y lo pasas por el chino, no olvides que la mayor parte de la fibra de las hortalizas y verduras desaparece.

 5. Nos ayudan a eliminar el exceso de líquidos. Contienen poco sodio y mucho potasio, lo que fuerza a nuestro cuerpo a eliminar el exceso de líquidos junto con las sustancias de desecho por la orina.

6. Apenas tienen grasa. La cantidad de grasa que presentan la mayoría de hortalizas y frutas es inapreciable, salvo para el aguacate y las olivas (ricos en ácido oleico, como el aceite de oliva).

 7. Disfrútalas en cualquier época del año. Y aprovéchate en cada momento de las propias de cada estación, ya que están en su mejor momento.

 8. Frutas: una dulce golosina. Las frutas tienen un agradable sabor dulce puesto que contienen azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa…). ¡Aprovéchalo y saboréalas al natural y sin necesidad de endulzarlas con azúcar u otros edulcorantes! Además, recuerda que constituyen un buen tentempié a cualquier hora. De hecho, puedes incluirlas para completar el desayuno, como parte del almuerzo y de la merienda, y tanto antes como después de las comidas…

9. Hortalizas y verduras: échale imaginación. No sólo puedes incluirlas en las principales comidas del día, recuerda que aportan un toque muy sabroso y jugoso a bocadillos y sándwich para tomar en cualquier momento. Pan con rodajas o pulpa de tomate, un poquito de aceite y jamón, o sándwich vegetal con atún, son algunas ideas para que tú y los tuyos os beneficiéis aún más de sus múltiples propiedades.

10. Prueba con originales recetas, lo admiten casi todo. Como mejor conservan sus propiedades tanto las frutas como las verduras es si las comes crudas. Si quieres reducir la pérdida de vitaminas, para las frutas tienes dos opciones: conservar la piel, lavándolas muy bien bajo el agua del grifo, o realizar un pelado poco profundo. Ya sea crudas y al natural, que cocidas, asadas o en brochetas, resultan deliciosas. Pero quizás quieras probar con algo más atrevido… ¿Qué tal un flan de espinacas con gambas, un plato de lomo de cerdo a la naranja con escarola, o un solomillo con pera cocida en salsa de hongos? Anímate y prueba a combinar frutas y verduras con todo tipo de alimentos puesto que lo admiten casi todo



miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Cuáles son las mejores frutas para llevar a la playa?


Sandía, melón, melocotón y ciruela son frutas  frescas  de temporada muy nutritivas  para hidratarse después  de un  caluroso día de playa. Estas cuatro frutas están compuestas por más de un 80% de agua. Por ello, después de nadar, jugar a la pelota y pasear por la orilla de la playa, son idóneas para calmar la sed y el apetito. En la arena o en el agua, tumbados en la toalla o nadando mar adentro, pero siempre bajo un sol de justícia.

La exposición solar intensa y prolongada puede facilitar la deshidratación, por lo que es importante beber suficientes líquidos y consumir alimentos ricos en agua. Esta calma la sed como ninguna otra bebida y es la más saludable. En la playa y en cualquier ambiente caluroso, es imprescindible asegurar una ingesta hídrica suficiente, por lo que se debería llevar encima una botella de agua fresca para beber de vez en cuando.

Además, para calmar el apetito tras tanto movimiento, qué mejor que escoger alimentos nutritivos, que aporten una cantidad importante de agua y contribuyan a una adecuada hidratación. A continuación, una selección de las cuatro frutas idóneas para hidratarse en la playa y trucos prácticos para lograr este objetivo en verano.

La mejor selección de frutas para hidratarse las encontrareis en www.recapte.com . Cada una de las frutas mencionadas anteriormente, son muy similares, aunque se caracterizan por ciertos aspectos en particular:

La Sandía: Es la fruta que mayor cantidad de agua contiene, alrededor del 90%-95% de su peso, por lo que su aporte energético es muy bajo (27 kcal por 100 gramos de porción comestible); contiene cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales. En su composición, destaca el contenido en licopeno, un carotinoide al que se atribuyen propiedades saludables, como la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular y de determinados tipos de cáncer, en especial, el de próstata.

Melón: Con una composición nutricional similar a la de la sandía, el melón se distingue por su aporte de vitamina C y ácido fólico. En concreto, 100 gramos de melón proporcionan la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C.

Melocotón: Esta fruta de piel suave, con aroma y sabor dulce, aporta mucha agua y pocas calorías. Contiene una cantidad significativa de distintos tipos de fibra, que contribuyen a mejorar el tránsito intestinal. De las pequeñas cantidades de vitaminas con que cuenta, destaca la vitamina C. Un melocotón de unos 250 gramos cubre el 25% de las ingestas diarias recomendadas de esta vitamina.

Ciruela:  las ciruelas contienen una cantidad importante de fibra que, junto con otros compuestos que estimulan los movimientos peristálticos del intestino, facilitan el tránsito intestinal. Las variedades rojas contienen antocianinas, compuestos con actividad antioxidante.


Trucos para hidratarse en la playa:

En el momento de elegir las frutas para nuestro picnic playero, o salida al campo, hay que tener en cuenta la conservación de la temperatura y minimizar la manipulación. En primer lugar, se aconseja almacenar la fruta en una fiambrera con un acumulador de frío (placas de agua congelada). De esta manera, se garantiza el mantenimiento de las condiciones higiénicas y las piezas se pueden consumir frescas.

Al llegar de la playa, se pueden tener listas varias preparaciones de fruta fresca en la nevera: dados de sandía, brochetas de sandía, melón y otras frutas, albaricoques y ciruelas, gazpacho frío de melón, macedonia de melocotón y kiwi, etc.

Durante las horas de playa y después, es imprescindible además beber agua. Esto puede ser más fácil en casa o en el hotel, ya que en la playa no siempre se dispone de una fuente, un botellín o un chiringuito donde comprarlo. Para conseguir que el agua se mantenga a una temperatura fresca durante unas horas –lo que garantizará una ingesta más agradable-, se puede congelar una botella con agua la noche anterior. Con el calor del día, en la playa, se descongelará de manera progresiva, pero se mantendrá fría.

jueves, 2 de agosto de 2012

Mantener la fruta con buen aspecto en verano


En esta época veraniega, lo que más nos apetece en general son comidas frescas y platos ligeros. Para eso, el mejor alimento son las frutas, como por ejemplo: Albaricoques, melocotones o nectarinas. Sus colores muy atractivos nos llevan a coger un poco de todo y muchas veces nos encontramos que no todo cabe en la nevera. Por eso os proponemos una serie de trucos para que las frutas mantengan el buen aspecto del primer día.

-         Brochetas de frutas. Ideal para desayunos o postres. Se deben preparar previamente, trocearlas de manera regular y que se mezclen bien para ensartarlas con un pincho. Se puede consumir frio de la nevera o también asarlas en la barbacoa.

 -         Macedonias o ensaladas de frutas. La macedonia soluciona el poder mezclar mucha diversidad de fruta. Truco: Si veis que el plátano o la manzana, al pelar, se oxida por el contacto con el aire, podéis añadir frutas ácidas como la naranja o zumo de limón a la macedonia.

 -         Zumos, licuados y helados de frutas. Los zumos son una receta bien básica, donde pelamos y licuamos las frutas. También nos puede servir para elaborar granizados o polos helados.

 -         Frutas en las ensaladas. Las ensaladas son un palto básico en los veranos, por eso podemos jugar con la fruta para añadir más frescura al plato, como trozos de piña, melón o sandía.

 -         Gazpacho con frutas. Dentro de la receta típica de este plato tan nuestro, podemos añadir fresas, cerezas o una sandia que darán un punto excepcional.